Estados Unidos
LOS PITUFOS
Categoría: Cartoon
THE SMURFS
LES SCHTROUMPFS
Hanna-Barbera produjo entre 1981 y 1990 una serie de televisión, Los Pitufos (Smurfs en el original estadounidense), una de las más extensas realizadas por este estudio de animación y una de las series animadas estadounidenses de las que más episodios se han realizado, siendo superada únicamente por Los Picapiedra, Scooby Doo y Los Simpsons.
Los Pitufos fueron credos en 1958 por el dibujante Pierre Culliford. Estos no eran mas que personajes secundarios de una historia llamada ¨Las aventuras de Johan y Peewit¨. A principios de la década de los ochenta y ya tenian su propio comic y llegaron a la televisión.
Viven en una aldea cuyas casas tienen forma de Hongos y es liderada por Papá Pitufo el más anciano de los pitufos, aunque con el correr de la serie aparecerá el Abuelo Pitufo que es aun más anciano.
Se dicen que nacen cuando sale la luna llena aunque el bebé pitufo llego a la aldea en una cigüeña.
Constantemente Gargamel intenta atraparlos pero los pitufos siempre encuentran la forma de escapar de él y su gato Azrael.
Sobre la vida en la aldea se podría decir que es bastante divertida, hay fiestas, bastante comida e incluso competencias deportivas.
EL ORIGEN DE LOS PITUFOS
La historia de Los Pitufos, viene por la fascinación de su autor, el belga Pierre Culliford alias Peyo (1928-1992), nombre que se pone por su sobrino pequeño que no sabía pronunciar “Pierrot”, por los mitos sobre hadas y duendes que habitan en los bosques y que se remontan ya a la época medieval, entorno en el cual se desarrollan las aventuras de estos pequeños seres azules. Pero esa parte de la historia de la humanidad, no la describe Peyo como un espacio hostil en el que la miseria y el hambre invadían la vida cotidiana de la plebe, sino más bien, desde el punto de vista del artista, del romántico, del trovador que iba narrando historias a su paso por las aldeas y reinados del momento.
De su pasión por Walter Scott, en una historia que mezclaba imaginación, poesía y humor a parte iguales. Su historia empieza con dos personajes que sirven de introducción para nuestros protagonistas, y de enlace entre el mundo real y el ficticio, ayudando a estos de salir bien parados de todas las historias de las que forman parte. Estos dos personajes son Johan y Pirlouit, dos músicos (algo mediocres) y aventureros que llegan al bosque de Los Pitufos de modo casual.
De padre de origen británico, y tras acabar sus estudios primarios en la escuela Saint Louise, en medio de la Segunda Guerra Mundial, Peyo nace como ilustrador de historietas de un modo casual, puesto que sus opciones estaban entre eso o ser ayudante dental, pero al llegar quince minutos tarde a la entrevista, llegó a convertirse en uno de los dibujantes más grande de todos los tiempos, convitiendo así a los Pitufos en un icono cultural surgido del comic europeo, como podría ser Tintín o Astérix. De hecho empieza trabajando y creando sus historietas en la década de los 50, para una revista donde también se dan cita otros autores de la época de la que surgieron algunos maravillosos ilustradores, la revista en cuestión se trataba de “Le Journal de Spirou”, en el que los textos eran tratados por su socio de por vida, Yvan Delporte. De ahí surgen Johan y Peewit, con los que más adelante, concretamente en el año 1958 introducirá a Los Pitufos.
El gran éxito de estos personajes, hizo que Pierre viajara al otro lado del océano para firmar un contrato con la NBC y con Hanna-Barbera para que estos diminutos y entrañables duendecillos tomaran vida en formato televisivo. Su aventura empieza cuando acaba sus estudios en la Academia de Artes de su ciudad natal, Bruselas y se pone a trabajar en un estudio de animación, CBA (que tuvo que cerrar por la gran competencia del comic americano) donde conocerá a algunos de sus mejores amigos y compañeros, Andrée Franquin, Morris y Eddy Paape. Sus primeros trabajos fueron para el periódico “Le Dernière Heure Daily”, con su serie “Johan” (compañero de Pirlouit), a la vez que trabajaba con la serie “Poussy” (1960-1965) para “Le Soir”. “Johan” salía también en ese periódico, pero lo pasó después a “Le Journal de Spirou”, le cambió el color de pelo, de rubio a negro y creó a su amigo y compañero.
Es en uno de sus capítulos cuando aparecen por primera vez los Schtromupf (su nombre original en francés), en el capítulo “'La Flûte à Six Trous” (1958). El nombre de los personajes también surge de manera casual, cuando Peyo y Franquin están comiendo en un restaurante y uno de ellos pidió la sal, y en vez de decir “Passez-moi le sel”, se le ocurrió decir “Passez-moi le schtroumpf”, de ahí también el lenguaje de estos seres azulados. Es entonces cuando Delporte ve las cualidades de estos nuevos personajes y le cede un apartado especial a Peyo en su revista “Spirou” en 1959.
Aunque consigue gran éxito con estas dos series, Peyo seguirá creando, y en la década de los 60 aparece “Benoît Brisefer” (una especie de burla juguetona al héroe americano), así como “Poussy” a su vez, concirtiendose también en dos comics muy reconocidos y formando parte de su época moderna. También dibujó para “Le soir” una historieta llamada “Jacky et Célestin”. La popularidad de Los Pitufos, hace que el dibujante forme sus propios estudios, dónde dará clases a gente que más tarde se hará popular con sus propios personajes, como son Walthéry, Derib, el Gos, De Gieter, Benn y Wasterlain. Poco a poco se irá centrando más en su serie más conocida e irá dejando un poco de lado las otras, ya en la década de los 70.
En los años 80, Pierre se dedicará en cuerpo y alma a estos personajes, creando a la vez una cadena de merchandaising mundial, una revista sobre los mismos y su propia empresa Cartoon Creation (1989), llevada por miembros de su propia familia (de hecho fue su esposa la que le dio la idea de que los personajes contrastarían más en color azul, frente al verde del bosque donde habitan), y del que saldrán los nuevos álbumes de aventuras sobre “Johan et Pirlouit” y “Benoît Brisefer”, en el año 1992, año en el que Peyo sufre un ataque al corazón y muere a los sesenta y tres años de edad, en la víspera de navidad.
Solo unos pocos han heredado la imaginación e inventiva de este autor que ha dejado con los años una obra replete de personajes interesantes en situciones curiosas, puliendo a cada paso su estilo y en la busqueda del perfeccionamiento cada vez más perfilado de sus pequeños personajes. Todo un mito.
Los Pitufos fueron credos en 1958 por el dibujante Pierre Culliford. Estos no eran mas que personajes secundarios de una historia llamada ¨Las aventuras de Johan y Peewit¨. A principios de la década de los ochenta y ya tenian su propio comic y llegaron a la televisión.
Viven en una aldea cuyas casas tienen forma de Hongos y es liderada por Papá Pitufo el más anciano de los pitufos, aunque con el correr de la serie aparecerá el Abuelo Pitufo que es aun más anciano.
Se dicen que nacen cuando sale la luna llena aunque el bebé pitufo llego a la aldea en una cigüeña.
Constantemente Gargamel intenta atraparlos pero los pitufos siempre encuentran la forma de escapar de él y su gato Azrael.
Sobre la vida en la aldea se podría decir que es bastante divertida, hay fiestas, bastante comida e incluso competencias deportivas.
EL ORIGEN DE LOS PITUFOS
La historia de Los Pitufos, viene por la fascinación de su autor, el belga Pierre Culliford alias Peyo (1928-1992), nombre que se pone por su sobrino pequeño que no sabía pronunciar “Pierrot”, por los mitos sobre hadas y duendes que habitan en los bosques y que se remontan ya a la época medieval, entorno en el cual se desarrollan las aventuras de estos pequeños seres azules. Pero esa parte de la historia de la humanidad, no la describe Peyo como un espacio hostil en el que la miseria y el hambre invadían la vida cotidiana de la plebe, sino más bien, desde el punto de vista del artista, del romántico, del trovador que iba narrando historias a su paso por las aldeas y reinados del momento.
De su pasión por Walter Scott, en una historia que mezclaba imaginación, poesía y humor a parte iguales. Su historia empieza con dos personajes que sirven de introducción para nuestros protagonistas, y de enlace entre el mundo real y el ficticio, ayudando a estos de salir bien parados de todas las historias de las que forman parte. Estos dos personajes son Johan y Pirlouit, dos músicos (algo mediocres) y aventureros que llegan al bosque de Los Pitufos de modo casual.
Pierre Culliford alias Peyo (1928-1992) |
De padre de origen británico, y tras acabar sus estudios primarios en la escuela Saint Louise, en medio de la Segunda Guerra Mundial, Peyo nace como ilustrador de historietas de un modo casual, puesto que sus opciones estaban entre eso o ser ayudante dental, pero al llegar quince minutos tarde a la entrevista, llegó a convertirse en uno de los dibujantes más grande de todos los tiempos, convitiendo así a los Pitufos en un icono cultural surgido del comic europeo, como podría ser Tintín o Astérix. De hecho empieza trabajando y creando sus historietas en la década de los 50, para una revista donde también se dan cita otros autores de la época de la que surgieron algunos maravillosos ilustradores, la revista en cuestión se trataba de “Le Journal de Spirou”, en el que los textos eran tratados por su socio de por vida, Yvan Delporte. De ahí surgen Johan y Peewit, con los que más adelante, concretamente en el año 1958 introducirá a Los Pitufos.
El gran éxito de estos personajes, hizo que Pierre viajara al otro lado del océano para firmar un contrato con la NBC y con Hanna-Barbera para que estos diminutos y entrañables duendecillos tomaran vida en formato televisivo. Su aventura empieza cuando acaba sus estudios en la Academia de Artes de su ciudad natal, Bruselas y se pone a trabajar en un estudio de animación, CBA (que tuvo que cerrar por la gran competencia del comic americano) donde conocerá a algunos de sus mejores amigos y compañeros, Andrée Franquin, Morris y Eddy Paape. Sus primeros trabajos fueron para el periódico “Le Dernière Heure Daily”, con su serie “Johan” (compañero de Pirlouit), a la vez que trabajaba con la serie “Poussy” (1960-1965) para “Le Soir”. “Johan” salía también en ese periódico, pero lo pasó después a “Le Journal de Spirou”, le cambió el color de pelo, de rubio a negro y creó a su amigo y compañero.
Es en uno de sus capítulos cuando aparecen por primera vez los Schtromupf (su nombre original en francés), en el capítulo “'La Flûte à Six Trous” (1958). El nombre de los personajes también surge de manera casual, cuando Peyo y Franquin están comiendo en un restaurante y uno de ellos pidió la sal, y en vez de decir “Passez-moi le sel”, se le ocurrió decir “Passez-moi le schtroumpf”, de ahí también el lenguaje de estos seres azulados. Es entonces cuando Delporte ve las cualidades de estos nuevos personajes y le cede un apartado especial a Peyo en su revista “Spirou” en 1959.
Aunque consigue gran éxito con estas dos series, Peyo seguirá creando, y en la década de los 60 aparece “Benoît Brisefer” (una especie de burla juguetona al héroe americano), así como “Poussy” a su vez, concirtiendose también en dos comics muy reconocidos y formando parte de su época moderna. También dibujó para “Le soir” una historieta llamada “Jacky et Célestin”. La popularidad de Los Pitufos, hace que el dibujante forme sus propios estudios, dónde dará clases a gente que más tarde se hará popular con sus propios personajes, como son Walthéry, Derib, el Gos, De Gieter, Benn y Wasterlain. Poco a poco se irá centrando más en su serie más conocida e irá dejando un poco de lado las otras, ya en la década de los 70.
INTRO DEL PROGRAMA |
En los años 80, Pierre se dedicará en cuerpo y alma a estos personajes, creando a la vez una cadena de merchandaising mundial, una revista sobre los mismos y su propia empresa Cartoon Creation (1989), llevada por miembros de su propia familia (de hecho fue su esposa la que le dio la idea de que los personajes contrastarían más en color azul, frente al verde del bosque donde habitan), y del que saldrán los nuevos álbumes de aventuras sobre “Johan et Pirlouit” y “Benoît Brisefer”, en el año 1992, año en el que Peyo sufre un ataque al corazón y muere a los sesenta y tres años de edad, en la víspera de navidad.
Solo unos pocos han heredado la imaginación e inventiva de este autor que ha dejado con los años una obra replete de personajes interesantes en situciones curiosas, puliendo a cada paso su estilo y en la busqueda del perfeccionamiento cada vez más perfilado de sus pequeños personajes. Todo un mito.
AGRADECIMIENTOS Nuestras gracias a nuestra amiga Fabiola Delgado de Venezuela, quien muy gentilmente nos ha enviado el Opening de los Pitufos en Español. |